Corea‑Japón 2002, Seúl, Estadio Mundialista. En el partido inaugural, Senegal venció 1‑0 a la campeona Francia con gol de Papa Bouba Diop y el plan físico‑táctico de Bruno Metsu: presión alta, bandas profundas y transiciones voraces. Sin embargo, el impacto fue más que un resultado: el debut encendió a África, desacomodó el grupo A y reveló a una generación valiente (Diouf, Fadiga). Además, abrió el camino a cuartos y dejó a Francia eliminada sin convertir goles: sacudida histórica.













