En Sudáfrica 2010, en el Soccer City de Johannesburgo, España venció 1–0 a Países Bajos con el gol de Andrés Iniesta en la prórroga. La Roja dominó desde la posesión; sin embargo, chocó con un rival físico y áspero. Iker Casillas sostuvo momentos clave; por otro lado, Xavi y Busquets marcaron el pulso. Finalmente, el título inauguró la primera estrella española y consolidó un paradigma: presión alta, circulación paciente y sociedad entre interiores que redefinió una era para el juego de posesión.