En Suecia 1958, Just Fontaine firmó un récord aún vigente: 13 goles en 6 partidos. En Råsunda, Solna/Estocolmo, lideró a una Francia que acabó tercera, respaldado por la clase de Raymond Kopa y el zurdo Roger Piantoni; además, su racha condensó oportunismo y precisión en un torneo de alta exigencia. El registro resistió décadas y fijó una vara casi inalcanzable para un solo Mundial, incluso con formatos ampliados. Su nombre quedó sinónimo de eficacia en la gran cita. Un mito del gol.











