En México 1970, en el Estadio Azteca, Italia venció 4–3 a la RFA en una semifinal eterna. Boninsegna abrió; Schnellinger igualó al 90’. En la prórroga, Müller y Riva se alternaron hasta que Gianni Rivera firmó el 4–3 al 111’. Fue el “Partido del Siglo”, placa incluida en el estadio; además, impulsó a la Azzurra a la final ante Brasil. Sin embargo, aquella montaña rusa dejó una lección táctica: gestión emocional y eficacia en área deciden torneos. Para Alemania, elevó la leyenda de Gerd Müller.