Estados Unidos 1994 batió récords de asistencia y cambió la escala del Mundial: sedes gigantes como el Rose Bowl de Pasadena albergaron multitudes y la final entre Brasil e Italia. Además, el torneo dejó como legado el lanzamiento de la MLS y una estrategia comercial global que profesionalizó marketing y derechos. Sin embargo, también evidenció cómo la Copa podía abrir nuevos mercados sin tradición profunda, marcando un antes y un después para FIFA. También impulsó estadios multiuso y nuevas audiencias.













